7 de marzo de 2010

Un año atrás...

La puerta

A RG

Hubo que oír las voces detrás de las puertas,
hubo que sonreír lágrimas oscuras,
para que la vieja puerta cerrada
hiciera de la luz su amante.

El reflejo tímido aún atravesó el cuerpo tendido,
atravesó el vientre,
sacudiendo corazón y pulmones.

Hubo que escuchar el grito de una respiración nerviosa...
Y fue un dolor de cuerpo,
y fue un dolor de alma,
y fue una muerte lenta, triste, vacía y furiosa.
Una muerte lánguida del ayer.

Hubo, sencillamente, que escuchar los golpes en la puerta.
Abrirla y dejarle pasar.