28 de diciembre de 2007

Historias Breves de Amor

I.


Una niña corre por la calle empedrada,

el viento juega con su vestido azul,

sus borlas y boleros danzan inocentemente

alrededor de su cuerpo que apenas

enseña su cándido paso de niña a mujer.


Al cruzar la esquina cae,

el polvo juega con su vestido azul,

sus borlas y boleros lloran tristemente

alrededor de su cuerpo que apenas

enseña su cándido paso de niña a mujer.


Un hombre cruza la esquina

la levanta dulcemente.

"Calma nenita, no llores... sigue corriendo tras tu belleza".

Se aleja el hombre de mirada café y barba espesa.


Una niña de pie en la mitad de la calle,

el viento y el polvo juegan con su vestido azul,

sus borlas y boleros danzan y lloran

alrededor de su cuerpo que advierte:

"Se está convirtiendo en mujer".

21 de diciembre de 2007

La atmósfera de la época

Jamás buscar

Que tristeza amarilla me embarga.
Que melancolía la que me envuelve.

Se oye el sonido de una puerta.
Alguien se marcha,
alguien se ha ido.
¿Volverá algún día?
Sin respuesta el minuto transcurre.

Justo ahora yo quiero cerrar la puerta,
borrar las huellas.
Marcharme.
Irme.
No volver.
Respuestas no buscar
en lo que resta de mi vida.


Joroba

Al acostarme advertí una incomodad.
La cama que se ajustaba perfectamente hace un par de meses a mi cuerpo
me expulsó a media noche y
sin compasión el frío escaló a través de mis pies,
mientras caminaba en círculo por la habitación.
La puerta entreabierta dibujó mi sombra en el suelo,
la tenue luz que se colaba a través de las ventanas
fue suficiente.

Lo supe de inmediato
Algún día se haría evidente,
¡Como olvidarlo!
La joroba, mi propia joroba,
se había formado con los años
y había empezado a estorbar al dormir.
Las culpas,
los sueños desvencijados,
las horas de infructuosa espera,
las verdades a medias,
las negativas permanentes,
los encuentros aplazados,
los viajes inconclusos,
los tragos de más,
las noches sin amor,
los días sin alegrías,
la vida misma,
se hicieron grasa en mi espalda

10 de diciembre de 2007

No siempre el amor basta


Lo que soy yo

I. No sé si me entiendas
tantas mañanas y tantas noches
juntos y no juntos.
Pero, qué te pido?,
si yo tampoco logro entenderme.

II. O soy tan humana
que no logro sortear
los miedos más comunes,
los abismos más hondos,
las necesidades más sufridas.

III. Las palabras, mis palabras,
entran,
salen,
vuelven a entrar,
siento que se agotan.
Se me agotan las palabras
por eso no sé si me entiendas.
Ya nada lo arreglo con decir,
Y lo empeoro con hacer.

IV. Quisiera tener valor
pero ya me conoces,
me has visto en la más absoluta fragilidad,
me has visto ahogada en mi propio llanto
y me has visto con la mirada perdida.
Aún así no puedo pedirte que me entiendas.

V. He sembrado en tu vida
confusiones,
yo también he sembrado las mías,
no soy tan sensata
y bien lo sabes tu,
he bebido de la copa del delirio
tragos largos.
Oculto mi embriaguez.
La vida me ha obligado a hacerlo así.

VI. Cada día siento que miento,
miento al mirarme al espejo
y hallar un rostro tranquilo.
Adentro hay un hucarán,
un volcán apagado
existe.

VII. No soy más que un acertijo que no halla solución
veo muchos caminos,
pero ninguno seguro.
Te he dicho hoy que vayamos lejos,
una nueva ciudad, un nuevo país,
Pero has dicho No.
No te culpo,
No soy de fiar,
Para alguien como tu,
No soy de fiar…
Hoy no es buen día para dar consejos,
pero quizá valga la pena
decir que
no te fíes de mí.
Mi amor no es seguro,
no es seguro el amor que te tengo.