27 de mayo de 2007

Entre dos


Cerca a tí...

Te siento tan silencioso
y ajeno,
dueño de una falsa libertad,
sin tiempo, sin espacio,
sin nombre propio.

Te pierdes en el universo
sin fuerza
de las palabras
perdidas y olvidadas,
tratando de encontrar
la esencia de lo divino.

Te siento,
como una canción,
dueño de una historia
sin tiempo, sin espacio, sin nombre propio.


XIII.

Te recuerdo
como un
rebelde
con cabello
revuelto
y cigarrillo
en los labios.
Recuerdo las tardes
de largas conversaciones
que confundidas
entre incertidumbres
y confianzas
se soñaba
con la justicia.
Recuerdo tu sonrisa
franca y abierta,
tus malas poesías,
tus promesas,
no de amor,
si de lucha.
Recuerdo tus manos
fuertes con las que creíste
poder transformar
nuestro destino,
nuestra ansiedad.
Recuerdo tu amor
el que nunca me perteneció
porque tu naciste
siendo propiedad
de la vida y de los demás.
De mi propiedadsólo es el recuerdo


XLV.

Cuando
llegue
el momento
en que el Todo
se desvanezca
y sientas
el vértigo de la nada
el vértigo del vacío
el vértigo de la ausencia
y sólo quede la nostalgia sombría
y el amargor de la existencia
mis palabras,
ten la seguridad,
no habrán vaciado su contenido.

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